Liceo Militar Jáuregui

Nuestra Cultura
 6O años del
Liceo Militar Jáuregui

Foto: Patio del Liceo Militar Jáuregui
Hay que volver a la plaza del Llano de la Santa Cruz. Allí donde esta el monumento al General Sucre. En aquel lugar donde se fundó La Grita de los Humogrias con el nombre de “Ciudad del Espíritu Santo”. Y fue la primera Plaza de Armas en la Invasión Española. 1576. Lugar de Los Comuneros en 1779 y 1781.  También Simon Bolívar arengó a su ejército de la Unión aquel 17 de abril de 1813. En su Campaña Admirable. Desde el Balcón de la Casona del viejo Padre Fernando José García. Y 17 años después en 1830. El Mariscal de Ayacucho imploró por la verdad de la Gran Colombia. En aquel pueblo de reminiscencias andinas de piedras y cal. De frailejones y cipreses deteniendo los sonidos del viento. Y entre las memorias poéticas que se guardaron en los versos del Miguel Ángel Méndez y en la prosa de Raúl Salcedo con sus elogios a los “Versos Charetos”. En todo, en la armonía que dejan las casas viejas de la plaza, su fondo como un santuario de amor eterno y símbolo de cada aurora; cuando sus alumnos cantan los himnos de la patria. Está: EL LICEO MILITAR JAUREGUI. Orgullo del ejército y beatitud de la educación en los andes.

6O Años descritos en la cultura tachirense; en el devocionario de toda la geografía venezolana. Más aun las huellas de sus discípulos permanecen en este claustro de honor y tabernáculo en los más dignos ideales del pensamiento de nuestros verdaderos ideales de la pedagogía y la cultura militar. Desde la voz de Simon Rodríguez hasta la modernidad de la ciencia y el pensamiento.

Que hermoso es volver a contemplar aquella institución que naciera de los sentimientos de una ilustración.  A la obra de Jesús Manuel Jáuregui. El sacerdote Patriarca de la educación venezolana. A sus alumnos hacedores de un país desde aquel 1881. Cuando en el Colegio Seminario del Sagrado Corazón de Jesús de La Grita. Se abrían las puertas a la dignidad y jóvenes estudiantes como Eleazar López Contreras, Emilio Constantino Guerrero, Alberto Adriani. Conformaban una generación de valores morales de la nación del siglo diecinueve y comienzos del veinte. El Primero General en Jefe. Creador de “Nuestra Guardia Nacional”. Político y Presidente. El Segundo Jurista. Poeta. Filántropo y el primer hombre en realizar la Tesis en el mundo sobre “El Derecho Internacional Aéreo”. El Tercero, economista, poeta, sabio. Ministro de Hacienda.  Le debemos la frase sagrada “Hay que Sembrar el Petróleo”. Ejemplos que un siglo después se curtieron en los ámbitos de aquel 29 de septiembre de 1952.  Nacía con honor el Liceo Militar Jáuregui de La Grita. Obra del Arquitecto Cipriano Domínguez y propuesta nacional del Gobierno del Tachirense General Marcos Pérez Jiménez. Memorizando en su discurso de inauguración aquel recuerdo de haber existido en La Grita de los elevados vuelos del Cóndor Andino; un anexo de la Academia Militar de Venezuela en 1938 llamado: La Escuela de Servicios y Clases”.  

Más invocación en la obra descrita en el templo de Jáuregui y a la verdad de la propuesta del escritor Rómulo Gallegos. Recuerdo con mucha propiedad en mis años en nuestro Liceo Militar, cuando en el patio de honor, el sabio científico venezolano Humberto Fernández Moran, describió en un saludo a la comunidad liceísta y afirmó de que esa institución era una de las  mas dignas y ejemplos de formaciones de juventudes en la Latinoamérica del siglo XX. Hoy debemos destacar la solemne obra de Mario Briceño Perozo. Primer Director y del General Alfonso Márquez Morales. Después el Dr. Francisco Briceño Perozo. De ilustres educadores: Anna Meroni de Benvenuto, el sabio chileno Laurencio Gallardo Vega, del Botánico Juan Bautista Vásquez, eterno alumno del ilustre Fernández Moran. Del Continental Poeta Teodoro Gutiérrez Calderón. Del Insigne Matemático General Pablo Antonio Flores. Prof. Fabián Chacón. Prof. Rafael Arellano Mora,  De aquella mujer del alma Hildamar Escalante de Tesser. Poetisa, dueña de las elocuentes memorias de  Whitman, “el lirico anciano”.  Del Comándate Marco Aníbal Zambrano, del Tcnel. José Lorenzo Risso. El Humano coronel Godofredo Moreno, crenado “La Casa Hogar” para niños huérfanos. D. Mario Moncada Laguado, Dr. José Emiliano Omaña, Prof. Segundo Nieto Melani,  Prof. Pablo Flores Contreras,  Prof. Rafael Rojas Pérez, Prof. Asdrúbal Millán González, Prof. Luis Duque Márquez, Prof. Vitelio Arrieta, Prof. Duilio Ermiro Pérez, Tte. Coronel. Guillermo Nicolás Flores Contreras… del Maestro. Saúl Orestes Cárdenas, el músico baluarte, amigo eterno de Aldemaro Romero… saber del Sargento GN. Luis Alfredo Mendoza, eterno Paramédico. Y  sin olvidar al Sargento Víctor Manuel Martínez “Maquinita” el Primero Oficial de día. Sesenta  años después. Un  infinito de educadores, maestros. Ejemplos. De Oficiales, Coroneles, sub. Oficiales, Profesores,  Empleados,  sus Secretarias,  Alumnos y Obreros.

En sus años dorados frecuentaron sus aulas prestigiosos maestros de América. Españoles, Chilenos, cubanos, venezolanos. Están sus huellas, permanencias de toda una historia nacional.  Ejemplo, cuando su diana despierta y aun reanima en cada amanecer las calles del pueblo y la bandera de Miranda se eleva para flamear como queriendo perderse en el azul eterno de las montañas. Entonces el alma grita de tantos recuerdos. Brotan las lágrimas por los sentimientos y junto a su claustro reviven los ecos que llevan los nombres de la historia y el corazón de sus exalumnos.

Y desde la campana del Santuario del Cristo viejo de los Franciscanos; un estandarte con el escudo jáureguino que creara su primer Capellán. El Obispo Marco Tulio Ramírez Roa llevando claveles del páramo, se convierte en ofrenda a Dios arquitecto del Universo. Como de sublimes cantos llevados en la Poesía de Víctor Hugo Pérez, pertenecía de infinitos matices descritos en el albor de nuestra Grita eterna. Y en cada marcha se estremecen los nervios cuando cantando sus muchachos remontan el eco como sabiendo que de eternidad el Liceo Militar de La Grita posee el cielo. Para que vuelvan 60 años más a la esperanza de la nueva juventud. De La Grita dueña de la prosa en la novela “Temple de Madrugada”.  Del  himno al ejercito, sentimiento sagrado del credo mayor de Simon Bolívar.

Y un día de los siglos cada ejemplo. Albor de la Constancia.  Cada mural de los sueños. Cada ilusión llevará la promesa sagrada de ser el Patrimonio Cultural de Venezuela en las raíces de las montañas andinas…

Nestor Melani Orozco


LICEO MILITAR JAUREGUI, LA GRITA TÁCHIRA-Venezuela. 
En este templo de la Cultura en los Andes deja una basta obra la cual ha llevado los elogios de la crítica Venezolana, entre esculturas, murales, retratos y toda una búsqueda intelectual. Realizó el mural “Venezuela.” 450MTS/2. Considerado en el almanaque mundial de 1984 como una pieza importante en las Artes  de nuestro país.



2 comentarios:

  1. Leer sobre mi querido Liceo Militar Jáuregui remueve recuerdos, sentimientos, sueños... estuve en esas aulas, esos dormitorios, esos patios... tuve el privilegio de además de conocer, haber estado en una clase, para mí magistral, del eminente Doctor Fernández Morán (el Brujo de Pipe, así inmortalizado por haber fundado en otrora lo que hoy se conoce como el IVIC, en la Mesa de Pipe, Estado Miranda)... Corría entonces el año 1973... Como me gustaría recorrer esos patios, esas aulas... recordar... vivir...

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